Kenny Ortega es un hombre feliz. Y razones no le faltan. Tras casi 30 años en el mundo del espectáculo ha alcanzado un triunfo extraordinario con la serie High School Musical, uno de los fenómenos televisivo, musical y, ahora, cinematográfico de más éxito de la historia.
Por ello, las ofertas no le faltan: tras el estreno mañana de la tercera parte de la saga, subtitulada Senior Year, Ortega se plantea dirigir un remake de Footloose, que podría protagonizar Zac Efron, la estrella de High School Musical, en el papel que lanzó a la fama a Kevin Bacon en 1984.
Pero antes de que eso suceda, el director y coreógrafo disfrutará de lo que se espera sea uno de los eventos del año en las salas de cine mundiales. Porque el fenómeno High School Musical no es único de un solo país, cultura o generación.
Las historias, canciones y estrellas de la trilogía musical producida por los estudios Disney se han convertido en referentes e inspiración para millones de jóvenes y no tan jóvenes, niños y niñas alrededor del mundo.
Después de que la primera parte fuera vista por más de 160 millones de espectadores, la fiebre HSM, como se conoce a la saga, se ha extendido por todas partes y en todos los formatos.
Así, HSM también es una colección de libros; un show musical que se representa en los parques de atracciones Disney; una serie de conciertos (de los que se vendieron todas las entradas) en Estados Unidos y cinco países de Latinoamérica; una adaptación teatral de gira por todo el mundo; un espectáculo sobre hielo y discos y DVD que han batido todo tipo de récords.
Por ello, las ofertas no le faltan: tras el estreno mañana de la tercera parte de la saga, subtitulada Senior Year, Ortega se plantea dirigir un remake de Footloose, que podría protagonizar Zac Efron, la estrella de High School Musical, en el papel que lanzó a la fama a Kevin Bacon en 1984.
Pero antes de que eso suceda, el director y coreógrafo disfrutará de lo que se espera sea uno de los eventos del año en las salas de cine mundiales. Porque el fenómeno High School Musical no es único de un solo país, cultura o generación.
Las historias, canciones y estrellas de la trilogía musical producida por los estudios Disney se han convertido en referentes e inspiración para millones de jóvenes y no tan jóvenes, niños y niñas alrededor del mundo.
Después de que la primera parte fuera vista por más de 160 millones de espectadores, la fiebre HSM, como se conoce a la saga, se ha extendido por todas partes y en todos los formatos.
Así, HSM también es una colección de libros; un show musical que se representa en los parques de atracciones Disney; una serie de conciertos (de los que se vendieron todas las entradas) en Estados Unidos y cinco países de Latinoamérica; una adaptación teatral de gira por todo el mundo; un espectáculo sobre hielo y discos y DVD que han batido todo tipo de récords.